11/13/2007

9/8-ESCRIBIRTE HIJO MIO


La noche muestra su túnica de estrellas,
de frente a ellas trato de encontrarte,
¿en cuál te encontrarás...?

Con su titilar parece que me guían
y mis ojos señalan la más bella,
te llamo, esperando una respuesta que no llega…

¿Que me queda?, escribirte y que esta carta,
como una plegaria al cielo cuente que,
extraño cuando tus bracitos se enlazaban a los míos,
te contemplaba y emocionado contenía la respiración,
deseaba detener el tiempo y permanecer así
hasta el límite de mis emociones.

Anhelando se soldaran los corazones
para que se confundieran los latidos,
que no se supiera cuál era el tuyo o el mío.

Presentía tu amor, tan puro, tan noble
golpeando fuerte mi pecho y adhiriéndoseme al alma


Hoy, esta incomprensible realidad,
tu partida, la que no programaste ni he imaginado yo,
ha sofocado toda esa sensación.

Agobia saber que esta ausencia anega consuelo alguno,
es inmenso el dolor que corta el alma así,
como tan profundo es el amor que se apegó en mi corazón.

¡Que mixtura de amor y dolor encierra mi destino!
unió todo lo fastuoso de tu existencia que prodigó felicidad y,
¿qué razón justificó tu partida?

Difícil resulta entender
cuando el imperio de la razón, vencido
no da lugar a respuesta alguna y,
¡qué puedo explicar si nada concibo!

Repaso recuerdos hasta donde mi memoria ayuda
y sólo preguntas con respuestas vacías surgen a montones,
¿no es por amor que se unieron y por amor fui concebido?,
¿no intuía amor en el vientre donde gestaba?,
¿no percibía amor cuando contra su pecho mi madre me acunaba?,
¿no fui creciendo con amor hasta sentir, también que yo amaba?,
¿no te admiré Señor por el ejemplo de amor que nos has dejado?


No, no puedo entender,
si en mi vida sólo amor he entregado,
¿por qué me quitaron a quien por amor toda esa experiencia prodigaba?

Amar, ¿es un sentimiento descontrolado
y maravilloso que no sabe de límites?
¿Puede crecer esperando o morir en desvelo?
¿es el dolor sinónimo de amor?,
¿es por amar que me condenaron a padecer desasosiego eterno?

Me queda el corazón desbordado
de tantas emociones contenidas,
el alma comprimida
con infinidades de buenas intenciones,
los cincos sentidos despiertos para cuidarte,
tengo tantas lecciones aprendidas,
tengo todo, todo lo que desee para darte.

Pero amarte solo en silencio me permite el destino y,
¿Qué razón puede existir para seguir así?
¿Tú en mis pensamientos?, sí…

Ya en mi boca no tengo palabras vivas,
solo una angustia prolongada amarra mi garganta,
miles de gritos que claman y te llaman.

¡Qué me queda por decir…!
qué puedo escribirte que me pertenezca,
solo narrar frases concluídas de quienes,
por amor o dolor tantas intrigas revelaron,
porque pasaron encantos
que en su interior desbordaron
o a causa de pasiones que estallaron en silencio.

Nada me es debido que revele versos
de esta historia tan nuestra,
para que en soledad mis ojos puedan leer
lo que desde adentro, impiden razones…
tu ausencia, todo motiva.

No existen palabras que no fueran dichas,
éstas son ajenas...,
¡mío es el dolor…! que surge de adentro,
de cada recuerdo tallado en el alma,
rasgado con una gubia que hiere,
que clama al llanto y se hace eterno.

No me alcanzará la vida
para convencerme de que no te tengo,
esta es la verdad que silencia mis oídos al callar tu voz…
vedan mis ojos a tu figura pequeña,
atan mis manos para que a las tuyas,
no las extienda.

Nada me corresponde,
no tengo palabras propias para delatar esta tristeza.
Es así, como un óleo de naturaleza muerta,
un retrato del alma sin la energía que otrora,
anidara en amor tu vida y la mía.

Escribir... ¡qué me dejan…!
si en el vacío me sumerjo
y entre el silencio y oscuridad nada encuentro,
sólo la inmensidad de esta ausencia que castiga…

No, no concibo la razón de esta cruel realidad.
Si ciego por amor hoy quedara, nada me importaría,
si con los ojos abiertos me inhiben tu presencia,
es tanto el amor que siento que el recordarte me lleva
dibujarte constantemente en mi mente.

No sé si puedo explicarlo,
sé que advierto ahora mudo y ciego de amor,
¡que te quiero hijo mío…!
¡que te amo más que antes…!
Papá

No hay comentarios: