2/2-A LA GENTE DE CHARATA

En mi vida, se impusieron oportunidades en que debía
calificar trabajos o aptitudes de personas entendiendo que,
de una escala de 0 a 10, los extremos no podían destinarse
a nadie por cuanto los límites de aceptación o no, siempre
eran susceptibles de modificación ante lo que podía
demostrar alguien más.
En el trato de la gente de Charata, en los afectos de los
compañeros de FEDE, en el calor de su gente, en la amistad,
en la solidaridad, en un total de las virtudes que pueden
aflorar en los seres humanos, aprecio que conocí desde hace
un poco más de un año que, la escala a la que me aferraba
conceptualmente, quedó destrozada en su calificación
máxima por cuanto si tengo que determinar una puntuación,
seguramente quedaría fuera de toda discusión + 10.
FEDE me enseñó a quererlos, hoy no lo tengo..me queda la
herencia que me delegó para que en el camino que queda,
tome fuerza para seguir adelante al recordarlos así, simples
y virtuosos.
Eternamente gracias.